RESPONSABILIDAD: ¿Solo para Ejecutivos?
Por Dra. Susana Buen-Abad
Director de Desarrollo Humano Consultores
Algunos piensan que solo la gente que ocupa altos puestos es y debe ser responsable, la verdad es que la responsabilidad es una virtud que puede ser poseída y adquirida por todos sin excepción. Hombres y mujeres, jóvenes, niños y adultos, sean estos ejecutivos, secretarias, vigilantes, operarios, etc.
Ser responsable es hacerme cargo, saber y poder responder a…, es cumplir con el cometido, aunque en el cometido entra en juego el sentido común, que como solía decir un maestro es muchas veces el menos común de los sentidos.
Culpar a otro o cumplir a medias no es ser responsable, cuando encuentro una disculpa, es que falté a mi compromiso y esto puede implicar perder un cliente o hasta el empleo. La falta de responsabilidad tiene muchos grados y se manifiesta en todos los géneros y ámbitos. Puede ir desde una madre que tira a su bebe en un basurero o la secretaria que suele llegar tarde consistentemente, el ejecutivo que entrega a tiempo los reportes pero sin información completa, un vigilante que se queda dormido en el trabajo, etc. ¿Porqué parece tan difícil para algunas personas ser responsables?, porqué hacer las cosas a medias, porqué esa falta de interés, de profesionalismo. Existe una gran diferencia entre ser profesionista y ser profesional, hay muchos profesionistas que no son profesionales y muchos no profesionistas que son profesionales.
Si yo no puedo responder por lo que a mí me toca, entonces quién lo va a ser, la negligencia, el culpar a otros, la impuntualidad, todas son formas de irresponsabilidad. Hay gente que dice, “bueno llegué tarde, pero llegué”, como si con eso bastara o como si el tiempo de los demás no valiera. Hay gente también que siempre tiene una disculpa, alguien no le trajo la información a tiempo, el material no llegó, así me pasaron los datos, etc. El término de negligencia pareciera que solo se aplica para asuntos médicos, pero es a final de cuentas falta de responsabilidad en todas sus formas y manifestaciones.
Hace unos días me comentaron el caso de una mamá que en el primer día de clases, de su hijo de 6 años, lo llevó a la escuela, pero para no desviarse de donde iba, lo dejó en una esquina a dos cuadras de la escuela y le dijo que se fuera caminando y se metiera a donde iban todos los niños, esas fueron sus instrucciones. Independientemente de la afectación emocional del niño de ir por primera vez en su vida a la escuela (cosa que resulta traumatizante para muchos niños), la posibilidad de que en el camino le ocurran muchas cosas. Basta ver en los grandes supermercados todas las imágenes de los niños que se han perdido o han sido plagiados en un abrir y cerrar de ojos y nunca son encontrados. Esta es una madre negligente sin excusa. En otro ejemplo y algunos años atrás en una planta industrial del norte del país que estaba ubicada frente a una planta de PEMEX, hubo un problema, uno de los tanques de combustible de PEMEX explotó y entró en llamas, todas las plantas cercanas fueron evacuada, incluyendo en la que yo laboraba y cada director se responsabilizó de sacar a su gente.
Era una situación de vida o muerte especialmente porque la única forma de salir de la inmensa planta era por el frente y solo cruzando la calle estaba ardiendo el tanque de combustible, justo al lado de otros tanques que en cualquier momento podrían explotar por el simple calentamiento, la dirección a la que yo pertenecía en aquel tiempo, fue la última en salir, ya que cuando nuestro brillante director recibió la llamada explicándole la situación y pidiéndole que evacuara a su gente, solo colgó y salió corriendo sin decirnos nada, los que lo vimos salir, pensamos que se le hacía tarde para una junta importante. Nos enteramos y evacuamos gracias a otro director que pasaba revisando todas las áreas para ver que no se quedara nadie, llegó a la nuestra y nos vio trabajando, totalmente ignorantes del peligro que nos acechaba, nos informó y nos ayudó a evacuar. Por fortuna no hubo pérdidas que lamentar y evidentemente nuestro brillante director recibió toda clase de comentarios, sus compañeros directores, su jefe y subalternos de alguna manera le perdimos el respeto y admiración que le teníamos, él salvo su vida y no le importó dejarnos ahí.
Tener un puesto en una empresa, no solo implica dar resultados, cumplir la cuota de producción, entregar informes o llevar bien el departamento, se requiere ser responsable, de todo y todos los que dependen de nosotros, sea que se trate de empleados, esposa o hijos. Si queremos que nuestra gente sea responsable, la mejor manera de enseñarlos es siendo nosotros mismos responsables, es educar con el ejemplo, ¿cómo pedirle a mi secretaria que llegue temprano si yo llego tarde? Se puede engañar a alguien una vez, pero no a todos todo el tiempo, mis empleados, mi esposa y mis hijos sabrán aun antes que yo, si soy responsable o que tan responsable soy.
Debemos considerar además un punto importante, hay personas que son responsables y cumplidas cuando pueden ser calificadas, cuando son supervisadas o evaluadas, pero en otros momentos o en otros campos (personal y familiar por ejemplo), como no hay quién me vigile o pida cuentas, actúo como si tuviera permiso de fallar e incumplir. Si solo cuando me pueden vigilar o ver, trabajo con “responsabilidad”, lo que hago es engañar. En una importante institución privada, existía una persona que solía pasarse el tiempo chateando en Internet, visitando páginas, enviando correos, jugando, etc. Claro que tenía siempre quien le dijera que el jefe venia llegando para que cerrara todo y pasara a otra página de trabajo. Decía que los subalternos debían hacer su trabajo y era parte de su crecimiento el dejarlos solos para trabajar. Perder el tiempo en asuntos que no son de la compañía, andar a la caza de rumores y chismes, solo es un pretexto para cobrar un sueldo por hacer como que trabajo.
Hay personas que creen que su responsabilidad se limita a cumplir con un horario de trabajo, de modo que fuera de él lo que pase no es su problema y sonando la “campana” salen disparados. No se puede ser medio responsable, o soy o no. Ser responsable es sentir el orgullo del trabajo bien hecho, es realizarse profesionalmente, es la satisfacción de saber que tengo el control y el poder para hacer las cosas y hacerlas eficientemente y con gusto. Todos podemos ser responsables, ser profesionales, solo se necesita querer serlo. Disfrutemos del compromiso y el privilegio de la responsabilidad.