LA AMISTAD EN EL SIGLO XXI
Por Dra. Susana Buen-Abad
Director de Desarrollo Humano Consultores
Tal parece que la amistad ya no está de moda y solo se ha convertido en una caricatura, el reír, bailar y divertirse con gente no es sinónimo de ser amigo, la mayoría de la gente tiene un concepto diferente de este valor tan importante, confunden a los conocidos con amigos y si es un conocido de hace muchos años entonces seguramente es un gran amigo, pero la antigüedad y el tiempo pueden no significar nada.
Un amigo es aquel que sabe escucharnos, que vive y que siente en carne propia nuestros fracasos y derrotas y que disfruta hasta las lágrimas de nuestras más grandes alegrías. Un amigo es quien nos inspira la confianza para hablar con él de nuestros más profundos secretos, conoce mejor que nadie nuestras fallas y debilidades, conoce nuestros defectos y pecados más vergonzosos y aun así nos quiere y nos acepta como somos, no trata de cambiarnos, nos apoya para vivir mejor, para superar los retos y problemas que la vida nos presenta.
• Si tú tienes la confianza para llegar a casa de tu amigo a las 3:00 a.m. con una depresión inmensa,
• Si sientes la libertad para confesarle algo que sabes que lo va a herir pero también sabes que sabrá comprender,
• Si puedes hablar con él tus intimidades más grandes y te sientes bien pues sabes que no va a juzgarte o recriminarte,
• Si confías en que tu amigo jamás va a acusarte, delatarte ni a comentar tus asuntos,
• Si tú cuentas con él para resolver cualquier problema pues sabes que él lo dejará todo por auxiliarte,
• Si está ahí cuando más lo necesitas, si llega aun antes que tu propia familia,
• Si es capaz de quitarse hasta la camisa por dártela a ti,
• Si cuando estás derrumbado, caído, desprotegido y acabado, él aparece con una sonrisa y te tiende la mano,
• Si sin importar que él tenga problemas, te escucha en silencio sin criticar y tiene el tacto para hablar contigo sabiendo que estas sensible,
• Si sabe demostrarte su cariño, no con regalos y fiestas sino con lealtad y empatía,
• Si tienes a alguien así, siéntete afortunado pues cuentas con un gran tesoro, cuentas con un amigo.
La pregunta de los 64,000 es si tú también sabes ser amigo, si tú recibirías a ese amigo con una sonrisa a las 3:00 a.m. y a pesar de tu cansancio, del sueño y tus problemas le preparas un café y lo escuchas…
Muchos solo esperamos que nos den, solo queremos recibir, no sabemos estar ahí, no sabemos detectar cuando nuestro amigo necesita ayuda, cuando se requiere solo estar ahí. Nos encanta ir de paseo, divertirnos, reír, bailar y gozar, pero no le llamamos para ver como esta, no sabemos qué problemas tiene, desconocemos su estado de ánimo o que es lo que lo atormenta.
Creemos conocerlo y suponemos que si él necesitara algo nos lo diría, pero a veces ni la misma persona puede detectar que necesita apoyo y para eso están los buenos amigos, para hacerles ver lo que requieren, para hacerlos conscientes que tienen un problema en las manos cuando ellos no lo han visto.
Al amigo no se le juzga, ni se le califica, no se le sentencia o critica, no se le regaña o recrimina, a los amigos se les escucha, se les comprende, se les acepta, se les reconocen sus talentos y virtudes y se les recuerda cuando los hayan olvidado y se sientan tristes o acongojados, se les apoya para que logren sus metas, se les aconseja solo cuando lo piden, se les acompaña en sus tristezas, se les motiva en sus momentos de flaqueza, se les orienta cuando están confundidos, se les guardan sus secretos, se les estimula en sus sueños, se les levanta en sus caídas, se les defiende en su ausencia, se les quiere por lo que son y se les perdona lo que hacen porque sabemos con toda certeza que si alguna vez nos lastimaron fue completamente inconsciente y sin intención.
Podemos encontrar amigos en potencia en todos lados, quizá el jefe, el hijo, los padres, hermanos, esposo(a) o los que llamamos conocidos, si no los conocemos a fondo y no los hemos tratado lo suficiente no sabremos si pueden ser buenos amigos míos.
Para ser amigo, se requiere de lealtad, de comprensión, de saber escuchar, de saber perdonar, de aceptarnos en nuestras diferencias, de ser abiertos y receptivos, de ser empáticos, justos, pacientes, afectuosos, solidarios, generosos, discretos, sinceros y comprometidos.
No es fácil ser un buen amigo y mucho menos ser el mejor amigo de alguien, pues ello implica evidentemente de una constancia en la labor voluntaria de construir la amistad casi Titánica, habrá que hacer muchos sacrificios, dejar cansancios y diversiones por estar ahí cuando se requiere, implica un desgaste emocional y hasta psicológico cuando lo tratamos de ayudar, requiere de tiempo y fidelidad a la causa, así como de mucho amor y paciencia.
Contar con un amigo es uno de los tesoros más grandes que alguien pueda tener y esto no es una frase trillada aunque así les parezca a muchos a quienes por cierto no deben de tener un verdadero amigo, ya que solo quien realmente lo tiene y lo es, sabe de lo que hablo y reconoce que es un bien muy grande y valioso. Un famoso dijo una vez que un hermano puede no ser un amigo, pero que un amigo (de verdad) siempre será un hermano. Esto es muy real y verídico.
Si tienes un amigo así consérvalo y cuídalo como una piedra preciosa y si tú eres un amigo así, te felicito pues eso prueba que eres una persona de calidad humana indiscutible y digna de ser codiciada como amigo, ¡Felicidades!.